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Foto del escritorDavid Quezada

Barbie ¿una película para hombres?

Han pasado varias semanas tras el estreno de la película Barbie y ha suscitado diversos debates, algunos muy críticos y acertados, otros algo reaccionarios. Con estas líneas, no pretendemos entrar en el tono de la mayoría de ellos, lo que te propongo reflexionar es sobre lo que significa “ser hombre” en la actualidad, algo que considero necesario frente a la masificación de ideas sobre el feminismo.

El eje de la historia de Barbie es el viaje que emprenden ella y Ken para "salvar” su mundo, incluidos a ellos dos. Al encontrarse ya en la Tierra por primera vez, en nuestro mundo actual, se topan con inequidades y violencias por motivo de género que vivimos realmente, ella y él entonces actúan de acuerdo a sus vivencias en Barbieland. Por alguna razón que no te contaré aquí, Barbie y Ken toman caminos distintos haciéndose preguntas que, por supuesto, buscarán resolver.

En su viaje propio, Ken se entera de lo que es el patriarcado y, en una escena bastante icónica, acusa a un hombre de negocio de que no están haciendo “un buen patriarcado”; el hombre le responde con una risilla incómoda: "Lo estamos haciendo bien, sólo que lo disimulamos mejor". Esa frase nos puede ayudar a pensar que el patriarcado es flexible, que ya no existan de manera frecuente las atrocidades que existían antes contra las mujeres, no quiere decir que ya vivamos en un mundo equitativo. La inequidad se nota desde cómo se concibe a hombres y mujeres, sus oportunidades laborales reales, hasta las exigencias que se les hacen a unas y otros. En la película, un buen ejemplo de esto es la escena donde Barbie llega a Mattel e intenta hablar con una mujer en la mesa directiva, la cual no encuentra porque no hay, y un becario menciona "yo soy un hombre sin poder ¿eso me hace mujer?". Cuando Ken regresa a Barbieland para difundir la "buena nueva" de la existencia del patriarcado, todos lo reciben con los brazos abiertos ante lo "revolucionario" que parece esta idea. Pero rápidamente se ve que no se trata de un cambio inverso, donde los hombres sean los protagonistas en Barbieland (¿o deberíamos decir Kendom?), implica también la subordinación y dominio de las mujeres de diferentes formas. Esto es más que evidente en una canción de "amor" que Ken canta a Barbie mientras toca su guitarra, repite una y otra vez "te quiero intimidar, y lo haré; te quiero amedrentar, y lo haré; te quiero dar por sentado, y lo hare" (incluso achacándole inexactitud a la traducción en la versión en español, la idea sigue siendo muy similar).

Durante el periodo de dominio de los Ken vemos en la película una parodia de comportamientos del tipo de masculinidad que predomina en la realidad, la masculinidad hegemónica. Pienso que este es quizás el punto que generó disgusto en muchos hombres (y en algunas mujeres). Esta situación, y la peli misma, me genera diferentes preguntas: ¿Qué es lo risinel de este tipo de masculinidad? ¿sus características o el hecho de que se presente como única, que no da espacio a otras posibilidades? ¿El hecho de ser una masculinidad "ruda" o su innecesaria y bochornosa búsqueda de dominio? ¿Los hombres que son así se sienten libres, pueden ser quienes quieren ser, o sólo la siguen porque es lo que toca? La película también invita a ver un hecho innegable: ante todo dominio existen resistencias. Algunos de los personajes "secundarios" se mantienen en relativa autonomía, pero es hasta que se organizan y comienzan a involucrar a más, que pueden hacerle frente al “novedoso” dominio masculino. La voz de cada personaje, masculino o femenino, y cómo influye en los otros es un claro ejemplo del peso de las ideas y la fuerza de su sociabilización; nos invita a no ser como Barbie, quien, en un momento, literal y metafóricamente, se tira al piso a esperar a que alguien con más liderazgo haga algo respecto al dominio de los Ken. Aquí la película es muy clara: no importa si eres hombre o mujer, es la libertad de tu pensamiento y tu búsqueda de la justicia y equidad lo que permite un cambio social que favorezca a todos. En medio de la confrontación entre los dos bandos, sobresale otro tema: las relaciones afectivas y la forma en que algunos hombres nos relacionamos en la vida real. Algunos creen que las mujeres les pertenecen, otros las controlan de manera clara y firme, y algunos más defienden su "derecho" a una relación amorosa. Ken lo deja claro en frases de su canción de combate: "donde yo veo amor, ella sólo ve amistad", "toda mi vida he sido tan cortés, pero dormiré sólo esta noche"; e incluso desde el gesto de despecho cuando toma el control de Barbieland y corre a Barbie de su Mojo-Dojo-Casa-House porque no quiso ser su pareja, diciéndole un dramático "¿Qué se siente?". También cuando Ken le dice a Barbie "No sé quién soy sin ti", me saltaron ciertas preguntas. Con esas palabras, él ¿se refiere a la típica función de la pareja y la crisis al romperse?, ¿A la construcción de lo masculino como oposición a lo femenino, más que como entidad particular?, ¿Es simplemente chantaje?, porque si de chantaje hablamos, la película plantea la crítica a través de diversas frases de Ken, como cuando canta "¿No soy sexy cuando soy vulnerable?", o la escena donde pronuncia "Soy un hombre deconstruido, sé que llorar no es una debilidad", y entonces Barbie lo consuela con palabras de aliento, lo que él interpreta como una puerta abierta e intenta besarla, pero ella se niega. Tras llevar a cabo toda la estrategia que le permite a la resistencia liberarse de la amenaza de que se instaure un patriarcado en Barbieland, ocurre una de las escenas que me parece es de las más importantes: el reencuentro entre el bando perdedor y ganador. Ken y los suyos no arremeten con violencia ante su visible derrota, no intentan atacar, sobre todo, las barbies y sus aliados no intentan castigar, no someten de vuelta, se da una justicia reparadora, no punitiva. Más adelante en esa escena, el mensaje final para Ken es: "Tal vez todo lo que creíste que te formaba no eres tú, (...) tal vez ya es tiempo de descubrir quién es Ken". Considero que esta última puede ser la gran invitación de la película a nosotros los hombres: ante un mundo que lucha por dirigirse a una realidad más equitativa donde todos podamos explorar nuestras posibilidades ¿Qué tipo de hombres queremos ser? ¿Qué tipo de realidad queremos vivir? ¿Qué posibilidades se abren ante nosotros en un mundo más libre? ¿Qué tanto perder el control del mundo nos da libertad en él? No hay una sola respuesta para estas interrogantes, la invitación es que nos atrevamos a responderlas.



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